Hace más de 40 años que fumo cigarros o puros, como también es conocida la mezcla de hojas de tabaco.
El fumar me obliga a detener la premura que el día diseña y buscar un momento para estar conmigo o en compañía de alguien que guste de una buena conversación, o de una buena música, o simplemente el silencio.
Como nada es casual, mi gran amigo Tony, oriundo de Tamboril, me la presento a ella, a Jane y fuimos a su fábrica, desde aquel momento se inició una hermosa amistad que al cabo de un tiempo da frutos con sabor a buen tabaco. Nació Bolero, y con él la urgente necesidad de más momentos para compartirlos.
Tal vez no somos el mejor tabaco del mundo pero,…no hay nada como un bolero.
El cigarro Bolero té obliga a buscar un momento para estar contigo.